Escrito por: Scott Harn
Escribí un artículo de dos partes sobre Ernie Valle que fue publicado en nuestras ediciones de agosto y octubre de 2015, titulado “De curioso a propietario de una mina”, y desde entonces han ocurrido nuevos acontecimientos.
Ernie, contratista de profesión, se entusiasmó con la minería del oro cuando un amigo de su hermano le enseñó una muestra de oro que provenía de una mina perteneciente a su familia en Honduras. Emprendió el viaje a Honduras para observar de primera mano la situación minera de ese país, y se encontró con que los mineros utilizaban métodos primitivos para extraer el oro de grandes depósitos de residuos en una antigua veta, que incluían la manipulación de amalgamas de mercurio con las manos desprotegidas. Eventualmente, estableció un acuerdo con los propietarios de la mina para recibir una porción de las ganancias a cambio del desarrollo de un método más seguro y eficiente de extracción de oro a partir del mineral en bruto.
Se propuso aprender todo lo que pudiera acerca de la recuperación de oro en este tipo de operación, lo cual lo llevó a conocer nuestra revista. En poco tiempo, Ernie terminó inscribiéndose en la Clase Introductoria de Minería Subterránea que organizamos como parte de nuestra Cumbre de Prospección y Minería de Oro, en el año 2014. Realizó numerosos viajes, en los cuales visitó a varios de nuestros anunciantes para explorar opciones de equipamiento. Hizo que embalaran una tonelada del mineral en bruto para enviarlo a su hogar en California con el fin de probar diversos procesos de recuperación.
Ernie adquirió el equipamiento necesario y montó un circuito de trituración. Finalmente, decidió optar por un método que consiste en derretir los concentrados para recuperar los valores, y se llevó este conocimiento y el equipamiento respectivo a Honduras. Al llegar allá, experimentó dificultades para poder pasar el equipamiento y los suministros por la aduana, las cuales solo logró solucionar después de invertir una gran cantidad de tiempo y dinero.
Eventualmente, pudo iniciar operaciones luego de varios viajes que fue necesario realizar para que todo marchara adecuadamente.
A lo largo de esta aventura, muchos otros mineros hondureños empezaron a contactar a Ernie para que él visitara sus minas y los ayudara a tener una operación más segura y eficiente; sin embargo, antes tuvo que sortear la problemática de la corrupción gubernamental. Esto le llevó a sostener una serie de reuniones con oficiales del gobierno, tales como personal de alto rango del Ministerio de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas de Honduras.
Gracias a esto, logró obtener detalles específicos para facilitar el paso por aduanas de los futuros envíos de equipamiento y suministros, y se forjó un acuerdo con el gobierno. Ernie estaría encargado de montar una operación de procesamiento regional a la cual los mineros llevarían su mineral en bruto para ser procesado. Se efectuaría la recuperación y la contención del mercurio en caso de estar presente, y Ernie obtendría una porción del oro.
Las cosas han evolucionado con rapidez. Se han instalado otros procesos para separar el mineral de oro de compuestos libres de sulfuros sin emplear mercurio, y para recuperar y extraer el mercurio de minerales contaminados.
Ernie ha sido un autodidacta que logró aprender sobre la minería y el procesamiento de rocas duras, adquirió el equipamiento necesario, montó un circuito de prueba, y luego envió el equipamiento y los suministros hacia Honduras. Sostuvo reuniones con oficiales hondureños de todos los niveles, fundó una nueva corporación llamada Raptor Mining en El Corpus, Honduras, y está en proceso de establecer una organización sin fines de lucro llamada “Step Up for Honduras”. Y todo esto ha ocurrido durante los últimos dos años.
Esta organización sin fines de lucro ayudará a los hondureños a extraer oro sin generar contaminación con mercurio, y suministrará fondos que serán destinados a escuelas y a infraestructura para la comunidad.
Por lo que vemos, Ernie ha tenido una tonelada de ocupaciones.
